sueños rotos

Solamente me queda un triste llavero, trozos rotos de una taza que acabo de romper y una repelente camiseta de turista que no podré lucir hasta el verano. Con ganas de llorar recojo los pedazos de la taza que todavía quedan sobre el suelo; y es que es una simple taza, pero para mí significa tanto, para mi supone una despedida, una gran amistad y es que esa taza tiene más historia incluso que el mocoso que la ha roto y encima tiene la culpa la persona que se la dio; que además, se siente culpable por habérsela dado y por culparle de romperla; ya que solo es un niño y no tiene conciencia, no sabe lo que ha hecho. Solo es una puta taza, trata ella de convencerse, pero no funciona cada vez que trata de olvidarla, lágrimas caen de sus ojos  sin poder evitarlo.

el final...

Después de un tiempo ha llegado el final, todos sabíamos que en algún momento llegaría, pero definitivamente no  estaba preparada para ello, al igual que no estaba preparada para el principio de mi estancia. Llegar a España a sido bastante triste, todo la gente que me conocía me esperaba con expectación y ansias, pero yo llegaba triste; he dejado muchos amigos atrás y muchas experiencias que espero que sean inolvidables, he dejado atrás una vida, una parte de mi se ha quedado en Bergen; donde era totalmente diferente. Con la vuelta, también ha regresado mi otro 'yo'; se ha despertado y ha retomado la vida en el mismo punto en el que la dejó en agosto antes de partir, todo es igual, nada parece cambiar. Me sentía tan diferente... pero al volver ese sentimiento se ha esfumado y todas las dudas y confusiones han vuelto; al menos espero mantener un pequeña parte de Bergen el fondo, a veces pequeños cambios pueden marcar grandes diferencias. Y como no espero volver a encontrarme con toda esa gente que conocí y que me hacía sentir especial, a todos ellos TUSEN TAKK.

¿Hasta pronto?

Ha llegado ese momento que nadie esperaba, que nadie quería que llegase y que todo el mundo veía tan lejano... ha llegado el momento de la despedida, de decir hasta pronto... No puedo imaginarme como será mi vida los próximos meses y es un sentimiento que me gusta, me gusta no saber donde voy a terminar no tener nada planeado... Pero no me quiero ir por las ramas, ya que esta entrada esta dedicada a toda la gente que he conocido en Bergen y que probablemente no vuelva a ver a pesar del típico "si iré a visitarte" o "podemos vernos en algún lugar intermedio"; cosas que siempre se dicen y luego nunca se hacen ... pero no perderemos la esperanza por si acaso.
Digamos que fue bonito mientras duró aunque "bonito" se queda corto para esta maravillosa experiencia, y es que hasta que no viajas y conoces a gente no te das cuenta del poco mundo que tiene una, pero en fin ya tengo una experiencia más.
Después de todo sabríamos que la despedida llegaría, es todo tan extraño... de repente te despides de una amiga a la que ves de cuando en cuando sabiendo que probablemente es una de las últimas veces que la ves; sabiendo que no hay un "mañana nos vemos" o "vas a ir a la fiesta tal, nos vemos allí". Y es que después de 5 meses es difícil decir adiós. Pero bueno esperemos no derramar muchas lágrimas y seguir estando happy y disfrutar mientras se pueda.

adaptación

Ese sentimiento que sientes cuando después de haber pasado un  largo tiempo viviendo en un sitio y después te cambias… justo cuando ya estabas adaptada, vienen de nuevo las mudanzas, adaptación, decorar el piso, hacerlo más acogedor… Y, sobre todo durante los primeros días, sientes que no es tu sitio pero tienes que aguantarte por que va serlo por unos meses/años. Pero además, no es solo cuando te cambias de piso, sino también cuando te vas de vacaciones y después vuelves a casa y no sabes que hacer; porque has cambiado tu rutina; o incluso cuando vas al pueblo después de haber pasado unas semanas sin ir. Es esa sensación de este no es mi sitio y que se hace ahora… una mezcla de incomodez y aburrimiento, pues eso creo que es lo que me espera durante todo el mes de diciembre y parte de enero cuando encuentre piso en Badajoz. Justo ahora que ya estaba adaptada a la vida en Noruega, que me despierto cada día y miro por la ventana y veo Lovstakken, como echaré de menos estas maravillosas vistas...